Atrás quedan los tiempos en los que los ordenadores eran solo grandes máquinas, poco intuitivas y reservadas para espacios como las universidades o los edificios de investigación. A día de hoy, las nuevas tecnologías forman parte fundamental de nuestra existencia, y poco a poco se han ido adentrando en nuestros hogares hasta hacerse imprescindibles para nuestro día a día.

Los robots invaden nuestras cocinas

No hay mejor ejemplo que la cocina de cualquier hogar de hoy en día. En ella podemos encontrar pequeños robots que nos ayudan en todas las tareas necesarias, desde cocinar hasta limpiar. Los robots de cocina son cada vez más sofisticados, y a día de hoy su abanico de funciones no tiene fin: cortar, triturar, remover. etcétera. ¡Algunos incluso amasan! Esto permite que recetas que antes nos hubieran llevado horas y horas de preparación sean hoy cada vez más sencillas y rápidas de preparar.

Pero no solo para cocinar sirven los robots: ¿qué hogar no tiene hoy en día un microondas para calentar la comida? Muchos de ellos incluyen programas inteligentes que les permiten ajustarse a otras funciones, como descongelar o gratinar. Y también a la hora de limpiar nos ayudan las tecnologías: existen lavadoras cada vez más asequibles que detectan de forma automática los niveles de detergentes y compran recambios de forma autónoma, asegurando así que jamás nos quedemos sin ello.

Una ayuda cotidiana

Los otros espacios del hogar también se han beneficiado ampliamente de la introducción de las nuevas tecnologías. Cada vez más personas optan por convertir sus hogares en smart homes, introduciendo cada vez más gadgets que facilitan la vida. Encontramos ejemplos por todas partes. Los asistentes de voz que nos informan a diario de cosas como la previsión meteorológica, la hora o los últimos programas de radio. Las aspiradoras inteligentes, que incorporan un plano digital del hogar para recorrerlo y limpiarlo sin dificultad. Las persianas y cortinas controladas a través del teléfono móvil, o incluso automatizadas para abrirse y cerrarse a horas determinadas. Los termostatos y calderas inteligentes. Los ejemplos son incontables.

Aspectos económicos a considerar

Todas estas tecnologías sin duda suponen un sobrecoste para los propietarios de las casas. Sin embargo, ¿realmente es tan costoso a largo plazo? Muchos de estos gadgets nos pueden ayudar a ahorrar. Los termostatos con control remoto, por ejemplo, permiten calentar la casa antes de llegar a ella, y así evitar dejar la calefacción encendida durante todo el día. O apagar la caldera desde el móvil si nos vamos de vacaciones y hemos olvidado hacerlo antes de salir de casa. Las aspiradoras remotas limpian constantemente el domicilio, sin permitir así la acumulación de grandes cantidades de polvo que precisen de usar otras aspiradoras mucho más costosas a nivel energético. Los ejemplos son muchos.

Es previsible que la tecnología se integre cada vez más en nuestra vida cotidiana, y los robots del hogar sean cada vez más parte de ella. Mantenerse actualizado acerca de la oferta disponible no solo es una forma entretenida de mejorar nuestro hogar, sino que nos puede ahorrar dinero a largo plazo.