Muchas son las personas que empiezan a inquietarse por la entrada de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de nuestras vidas. A día de hoy, la mayoría de familias cuentan con pequeños robots domésticos, asistentes activados por voz, ordenadores portátiles, etcétera. Pero, ¿cómo sabemos a dónde van a parar todos los datos que estos dispositivos recopilan?

Los asistentes virtuales, por ejemplo, han suscitado el recelo de muchas personas, al detectar constantemente todas las conversaciones y sonidos que se producen en el hogar. De la misma forma, las aspiradoras inteligentes cuentan con mapas virtuales de nuestros hogares. ¿Cómo poner límite a esto?

Asegurando la privacidad de nuestro hogar

Una posibilidad es limitar el alcance y el tiempo de uso de estos dispositivos; por ejemplo, manteniéndolos alejados de zonas más íntimas del hogar (como el dormitorio o los baños) o desconectándolos cuando no los estemos usando. Otra posibilidad es mantenerse actualizado de los últimos avances en seguridad y privacidad online, estando especialmente atentos a las modificaciones en las políticas de privacidad de nuestros dispositivos.

Aunque no hay motivo para excluir estos dispositivos permanentemente de nuestros hogares, sí puede ser una buena idea revisar hasta dónde les estamos dando acceso.